La coalición regionalista Juntos por Extremadura, Levanta y Cáceres Viva busca irrumpir en el 21-D, pero el transfuguismo interno pone en duda su coherencia
🗳️ Extremadura ante el 21-D: entre la convicción y el cálculo político
La coalición regionalista Juntos por Extremadura, Levanta y Cáceres Viva busca irrumpir en el 21-D, pero el transfuguismo interno pone en duda su coherencia.
En la provincia de Cáceres, la candidatura autonómica estaría encabezada por Raúl González y Estanislao Martín, dos perfiles con amplia experiencia en el ámbito político y social de la región. Ambos se presentan como los principales referentes del proyecto regionalista en el norte de Extremadura, con el objetivo de trasladar al Parlamento una voz centrada en las necesidades del territorio.
Por su parte, en la provincia de Badajoz, la lista estaría liderada por Fernando Baselga y Raquel González Silva, quienes pretenden reforzar el mensaje de renovación y cercanía con la ciudadanía. Su papel será clave para consolidar la presencia de la coalición en el sur de la comunidad y equilibrar la representación entre las dos provincias extremeñas.
🔍 Una alianza que promete dar voz a Extremadura… pero levanta sospechas
A pocas semanas de las elecciones del 21 de diciembre (21-D), la escena política extremeña se agita con la irrupción de una nueva coalición: Juntos por Extremadura, junto a Levanta y Cáceres Viva, una unión que pretende representar una opción regionalista “de Extremadura para los extremeños”.
El proyecto está encabezado por Raúl González, con la participación de figuras conocidas como Paco Alcántara, y antiguos dirigentes de Ciudadanos como Fernando Baselga y José María Casares. Su objetivo, según han manifestado, es convertirse en la llave del Parlamento de Extremadura y romper el bipartidismo tradicional.
Sin embargo, la procedencia diversa de sus integrantes —muchos de ellos con pasado reciente en otros partidos— ha suscitado críticas tanto dentro como fuera del ámbito político. Algunos analistas califican la alianza como “una operación de supervivencia política”, más que como un verdadero proyecto regionalista.
⚠️ El transfuguismo, un reflejo del desgaste democrático
La coalición ha querido marcar distancias con la imagen de oportunismo, pero el debate sobre el transfuguismo vuelve a estar en el centro. Desde la dirección de Juntos X Extremadura se ha lanzado un mensaje claro:
“El cambio de siglas al servicio del interés personal erosiona la confianza ciudadana en la política.”
El fenómeno no es nuevo, pero en un contexto de fragmentación política y desafección ciudadana, el salto entre partidos se percibe cada vez más como un gesto de ambición personal y no de servicio público.
Expertos consultados por Extremadura al Día Hoy apuntan a que la estabilidad institucional se resiente cuando los electores perciben que las siglas se usan como vehículos de conveniencia. “El votante castiga el oportunismo; la gente quiere compromiso, no cálculo”, resume un politólogo de la Universidad de Extremadura.
🧭 ¿Convicción o cálculo? La pregunta que marcará el 21-D
Los comicios del 21-D se perfilan como un termómetro de la credibilidad política. En una región que ha sufrido históricamente el olvido institucional, el discurso regionalista puede tener fuerza si se percibe auténtico.
El votante extremeño se enfrenta así a una decisión que va más allá de las siglas:
- ¿Apostará por líderes con trayectorias cambiantes, capaces de adaptarse a cualquier escenario político?
- ¿O premiará la coherencia ideológica y la defensa constante del territorio?
La respuesta determinará no solo la composición de la Asamblea, sino el rumbo del regionalismo en Extremadura durante los próximos años.
💬 Un regionalismo en busca de credibilidad
El éxito de la coalición dependerá de su capacidad para demostrar independencia real frente a los grandes partidos nacionales y de ofrecer un proyecto sólido, con propuestas concretas para los problemas de la región: el reto demográfico, el desempleo juvenil, la financiación autonómica o la falta de infraestructuras.
Solo si consigue traducir el discurso en soluciones tangibles, la alianza podrá convencer a un electorado cada vez más exigente y escéptico.
✅ Conclusión: la coherencia como prueba de fuego
El 21-D pondrá a prueba la madurez política de Extremadura y la autenticidad de quienes dicen representarla. Juntos por Extremadura, Levanta y Cáceres Viva tienen ante sí la oportunidad de renovar el panorama político regional.
Pero deberán hacerlo desde la coherencia, la lealtad y el compromiso real con el territorio, no desde el interés personal.
Porque en política —y especialmente en Extremadura— la convicción pesa más que la calculadora.
Extremadura ante el 21-D: entre la convicción y el cálculo político
